24.2.13

Dosis recomendada: un cuarto de libra.

Él la vio a los ojos y por un minuto logró mantener su mirada, incluso hipnotizarla.
Sin embargo la magia fue insuficiente y luego de voltear al enome bulto que era su abdomen la chica se rió. Se dio media vuelta y se marchó.
Él intentó seguirla pero sus movimientos fueron lentos.
Intentó hacerse invisible pero a pesar de esto no logró pasar por los marcos de la puerta.
Quiso transformarse y emprender vuelo, pero apenas consiguió elevarse unos centímetros.


Pesaba 190 kilogramos cuando lo mordieron.
El colesterol había creado suficientes coágulos para obstaculizar el paso del veneno por sus venas.
Sin embargo, el bombeo irregularmente rápido de su corazón daba la impresión que le habían succionado todo el líquido.
Y por si fuera poco, sus niveles de grasa y azúcar habían afectado tanto su cuerpo, que su atacante prefirió no seguir mordiéndole y le dejó ahí tirado.
Así, sin veneno suficiente para la muerte, pero el necesario para la metamorfosis, nació el primero de su clase en tener obesidad. Atrás quedaron esas hermosas creaturas prontas para la seducción y el ataque, dueñas de la noche y de toda persona que se atreviera a salir en ellas.
Bienvenido Jerry, el primero vampiro en con problemas de sobrepeso.